El alma de Arturo Sánchez. En las mejores tradiciones mantenidas desde 1917: excelencia, artesanía y dedicación al oficio. Un estandarte de tesoro gastronómico, ya que cada pieza de Jamón Ibérico es única: es la cúspide de la confluencia de las mejores materias primas, de raza pura y criadas en los mejores pastos, y la curación natural en nuestras bodegas de Guijuelo. Dos años de alimentación en libertad para asegurar un doble aporte de bellota y sus propiedades nutritivas; y luego, un mínimo de 48 meses de curación en Guijuelo, en secaderos naturales, al viento frío y seco de las sierras de Béjar y Gredos. Esto da lugar a la creación de un Jamón ibérico 100% de bellota único en el mundo, con características excepcionales: una verdadera joya de la gastronomía.